miércoles, 24 de noviembre de 2010

POSMORTEM


Hoy vi en medio del noticiero de Chilevisión, el anuncio de “Post Mortem”, película del chileno Pablo Larraín y único filme latinoamericano en competencia en el Festival de Venecia, elogiada el domingo por la exigente crítica de La Mostra que se quedó encantada con la visión de Larraín del golpe de estado de Pinochet de 1973. (http://www.otrastardes.com/2010/09/06/post-mortem-del-chileno-pablo-larrain-fue-elogiada-por-la-critica-en-venecia/)

En el noticiero invitaban al telespectador a ingresar a la pagina web www.posmortemlapelicula.cl y ver los testimonios sobre el golpe de estado, de algunos rostros conocidos de la fama criolla. Con sorpresa me encuentro con una campaña publicitaria bien realizada (poca pero sobria, con mucha mas RRPP, como lo amerita una película que sin duda habla sola en festivales y premiaciones). Entre sus actividades, está el espacio abierto al publico para relatar testimonios bajo el ¿Qué estabas haciendo el 11/09/1973?. Me entretuve con los microcuentos, muchos de ellos sorprendentes a pesar del poco novedoso punto de concurrencia.

Cuando estaba decidido a seguir leyendo hasta la mas minima historia, me encuentro con otro segmento de la campaña bajo la frase: ¿Qué es para tí el 11/09/1973?. Tras ella, como era esperado, algunos significados mas emocionales que racionales pero comprensibles, advirtiendo el tema de la película. Mágicamente, noto que los últimos comentarios (imagino que hechos luego de aquel momento tras el noticiero) son de tono distinto, muchos mas racionales, sembrando la patria y la honorable fuerza armada, que marxista, que leninista, que comunista, que asqueroso, etc. claro, no solo la gente de izquierda ve el noticiario.

Pero ¿Qué hacia esa gente aquel día que no recuerda momentos, solo justificaciones patrióticas al golpe de estado? Nadie de derecha cuenta que hizo ese día del golpe de estado, no quieren recordar como estallaron en dicha y alegría por aquella acción militar, como aplaudieron la matanza que ahora ven y que intentan minimizar por impulso. Por nausea, por cosquilleo, le llaman exceso, intervención… pero saben que está ahí, como una piedra molesta en el zapato, como una mosca en la sopa. Será que aplaudieron la matanza aquel día (¿?). saben que éticamente esta mal no sensibilizarse por una matanza tal, pero genuinamente ¿Habrá paso para el animal que busca poder tras sangre?... tal parece que rozan el filo...el filo de lo humano, el filo de la empatía... Los mismos que ahora pusieron su pie en la página, su marca, llenando aquel espacio que no toleran ver tan continuado y acompañado, tan numeroso – no vaya a pensar el mundo que eso es Chile- comentarios idénticos, carentes de vivencias, de testimonios, de saludos, de recuerdos melancólicos por aquel día, comentario siempre encarnado en tintes honorables y patrióticos. Patrióticos. P.
No me pude contener, fue puro impulso:


Es claro que para quienes comprenden el honor militar, el 11 de septiembre es un día de gloria. El significado de patria tiene tintes distintos, la palabra “pueblo” o “popular” es sin duda peyorativa, deben tener bien claro quienes les sirven para ver si finalmente son “dignos” de integrar aquella “patria”, que al parecer es solo suya y de los suyos.
La palabra “igualdad” es absolutamente subjetiva, y la fuerza es mas factible que la razón cuando alguien quiere “imponer” aquella visión distinta de la realidad, aunque sea democráticamente (democrático es antónimo de autoritario), y cuando alguien les contrapregunta se largan en descalificativos como quien aprieta una longaniza haciendo saltar el aceite que la contenía, justificando lo que sea en manos del “honor a la patria”, frase clave, comodín de tanquetas, justificación de matanzas, chiste de la empatía que se necesita para entender a una madre que no verá mas a su hijo producto de esa fecha, padre que no llega a la casa, hijo que no saluda mas. Buscar su felicidad sabiendo que el mundo feliz no existe, que la alegría para unos es el llanto para otros. La risa frente al dolor ajeno, carcajada de pensar que la vida es un insecticida que mancha destinos de insectos, que son iguales a ellos. Si somos insectos tendremos que comer juntos de esta mierda para siempre.
No se trata de olvido o perdón, es algo que esta lejos del honor y de la patria, radica mas cerca del sujeto, el que vive al lado de otro, el vecino que conoce, el baile que se baila y no se escucha, la mano que se estrecha y no la que palmotea, la bandera en el techo de la casa y no en el apellido de la casta. Conversación, dialogo, monologo, quizás es solo cosa de conceptos.

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