miércoles, 26 de agosto de 2009

Olvide lo que es sentir




¿Era ese el enigma que debía resolver todo este tiempo?


De otra forma lo recordé pensando y no sintiendo,
¿Bastó ver “Pd: i love you”, y fumar un cigarro en la post vista?


No sé si era necesario que pasaran años, días discutiendo, noches escribiendo cuando creí que al fin debía cambiar mi forma de pensar para volver al camino que había perdido, de esta forma miro al cielo con los ojos cerrados y al fin aquel cielo semi-despejado volvería a callar para poder llenar el todo de nada y preguntarme:
¿Fue necesario que pasaran todos estos años, para saber cuál era la causal de mi desgano y desilusión?


La única forma de alimentar la desilusión es teniendo una ilusión, y aquella ya no es sensible, ni debe remitirse a una búsqueda emocional, porque no la impulsa el corazón, sino la cabeza.
Porque aquellas fueron y son temores, y son ellos los que me traban y me desdibujan.

¿Recuerdas aquellas veces que nos miramos y reímos, durante días enteros, de cosas que ya no recuerdo? Me dijiste una vez, en la que sentí y aun creí sentirlo. Me di cuenta de ello porque simplemente cuando lo leí de tu mensaje, sonreí, de la misma forma como creí hacerlo aquellos días de verano en el mirador.


¿Recuerdas lo fácil que era ser feliz?


¿Recuerdas que aquellas veces era todo sin preguntas?


¿Recuerdas lo que debías hacer para sentir?


Es tormentoso saber que en la cabeza no se siente, que aquello que imaginas no es lo que tiene que ser, porque aquello es lo que es, no lo que quieres que sea. Me aturde aconsejarme, me aturde pensar en aquellas noches en que cuando termine de escribir, y decir: claro, es esto, desde mañana las cosas serán distintas, por que encontré aquello que partió mi vida en dos.
Y todo ello era tan simple, mucho mas simple, de lo que creías que era.


¿Tenía que ver en aquella película, la forma en que lloran los ojos de felicidad?


¿Recuerdas lo que era aquello?


Llorar sin motivo, reír sin motivo, sin consecuencia, solo por inercia, solo por contacto, por tragar y no digerir, porque las cosas deben ser así, nunca un paisaje de Disneilandia será tan bello como Coñaripe, por que las cosas bellas son aquellas que realmente son, no las que uno quiere que sean.


¿Porque aquella incapacidad de sentir en el mundo real?, si este es el único lugar en donde se puede sentir, si no es acá sabelotodo explícame donde, porque te aseguro que ninguno de los lugares que me digas, será una realidad, sino mas bien, lo que quieres que sea.


¿Es más genuino pensar lo espectacular que es sonreír, que simplemente hacerlo?


No sé en qué momento comenzó a ser más satisfactorio construir mentalmente los momentos, más satisfactorio que reír y llorar como los humanos deben hacerlo, claro, cuantas veces escuche aquella frase tan violada “las simplezas de la vida”. Tal parece que la vida de adultos no existe, y fue la farsa más grande que se pudio inventar. La vida misma es una simpleza, lo simple de una gota al caer por la ventana, tras un día lluvioso, no es otra cosa que eso.
No es escusa para un poema, ni para construir una escena de un film, ni mucho menos para retratar una canción cebolla, es simplemente eso, una gota cayendo por la ventana.
Como alguien puede tener miedo a sentir.


Si el miedo es solo una sensación, como la alegría o la euforia, el miedo no mata.


El miedo es el miedo


La rabia es la rabia


La vergüenza es la vergüenza


La tristeza es la tristeza


No necesita más filtro, que el de nuestros sentidos, porque aquellos es eso, y no lo que queramos que sea.


Entonces, ¿orgullo y prejuicio no es mi búsqueda? Si consideraba que Jane Austen era la persona perfecta que podría hablar de amor perfecto sin siquiera haber salido de su casa, ni escapar de las barras de sus padres. Es eso, ella no sintió, solo escribió lo que creyó que era aquello, que debió escribir tal cual, pero claro, sin esa interpretación su libro no sería leído quinientos años después. Me acomodaba su historia, porque era la “maravilla” de buscar lo que creí debía ser todo.


Era cosa de tiempo que aquella “maravilla cerebral” me permitiera encontrar nada.


Porque el sentir, es finalmente lo que nos diferencia de los muertos, podemos sentir, esa es la verdadera razón por la cual seguimos vivos, y no tras una vitrina de un mostrador de moda.
No debo entender esto como un auto consejo, o como una terapia, no debo entender nada, la cabeza es para los recuerdos, para deshilachar historias y momentos, no para vivir el presente, porque aquello es para los vivos, aquellos seres sensibles, simplemente seres que sienten.

Lo diré de una vez y no como una repuesta a alguna pregunta, lo diré así y a secas, sin que necesariamente signifique algo o sea la conclusión de todo, lo diré por que acabo de escuchar el cielo y su música, me senté y comencé a escribir, sin encontrar finalmente la canción que acompañaría y encausara este escrito, lo termine en silencio y sin ayuda, sin traducciones ni interpretaciones. Lo diré por que no llore con la película que todos lloran, y es eso, no es un vacio que me deba incomodar, es simplemente eso.



Desde que comencé a preguntarme el cómo hacer para sentir, fue cuando simplemente deje de hacerlo.
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